En mi artículo anterior observábamos los cinco elementos que todo aplicante a un programa de MBA debe analizar. En este artículo abordaremos el primero: el rendimiento académico.
Tu rendimiento académico en la universidad, desde el primer hasta el último año, es muy importante para cualquier aplicación de maestría, y el MBA no es una excepción. Las oficinas de admisiones tradicionalmente analizan tres aspectos importantes de tu rendimiento:
1. El desempeño en cada una de tus clases, con especial énfasis en las clases más rigurosas y las más cuantitativas. Anotan en qué clases saliste bien y en cuales no, con especial atención a cualquier reprobado que hayas tenido. Es importante que si hay anomalías en tus calificaciones, que las sepas justificar en los ensayos. Para ello muchas escuelas ofrecen la oportunidad de reportar en el ensayo opcional cualquier anomalía en tu desempeño, dando las razones para justificar notas problemáticas. Por ejemplo, vale la pena indicar si el bajo rendimiento fue por causa de una enfermedad en la familia, o por mantener un trabajo mientras estudiabas, o por alguna situación personal que te impidió que te dedicaras al cien por ciento a tus clases.
2. La reputación de tu universidad. Si la universidad en donde te graduaste no es muy conocida en el exterior, es importante que indiques en tu aplicación como está posicionada en comparación con otras universidades en tu país o en tu región, así como qué tan selectiva es en admitir estudiantes; hay universidades que seleccionan a sus estudiantes mediante un riguroso examen de admisión. Si tú fuiste uno de los seleccionados, hazlo saber en las aplicaciones. Muchas veces puedes mencionarlo tanto en tu hoja de vida (curriculum vitae) como en la misma aplicación. Para este tipo de información es importante incluir datos cuantitativos y no solo subjetivos. Por ejemplo, para recalcar la reputación de tu universidad, haz referencia a rankings que la incluyan, y para indicar el grado de selectividad indica el porcentaje de estudiantes que son aceptados con respecto a los que solicitan admisión.
3. La continuidad de tu desempeño. Las oficinas de admisiones se fijan muy detenidamente en la carga académica que tuviste año con año, y ponen atención particular si hay períodos en los que disminuiste tu carga de estudio. Por ejemplo, cualquier semestre donde talvéz decidiste tomar un trabajo de tiempo completo y te tomaste un descanso del estudio, o aquel año donde decidiste aminorar tu carga académica de cinco clases y tomaste solamente dos. Igual que con el primer punto, prepárate para justificar y/o explicar tu situación en la aplicación.
Si obtuviste un bajo rendimiento en las matemáticas y otras clases cuantitativas, recomiendo que tomes cursos independientes en materias como contabilidad, finanzas, economía, cálculo, y estadística. Puedes tomarlos en cualquier universidad local debidamente acreditada, pero asegúrate de sacar notas sobresalientes. Esto aminorará el efecto que puede tener un bajo rendimiento en la universidad, porque estarás demostrando que sí estas capacitado para asumir el rigor académico de un MBA.
Finalmente, junto con notas sobresalientes en esos cursos, debes demostrar tu capacidad con un GMAT o GRE altos, un tema que trataremos en el siguiente artículo.
Si te gustaría tener una guía professional que te ayude con tus aplicaciones para el MBA, considera los servicios MBA essay editing o MBA Application Packages. Ambos incluyen asesoramiento general, revisión de los ensayos, entrenamiento para las entrevistas, y revisión de tu hoja de vida (Curriculum Vitae).
Related Resources:
• ¿Cuál MBA es el Mejor Para Tí?
• 5 A’s for Your Low GPA [Podcast Episode]
• How to Apply to B-School With a Low GPA, Part 1